martes, 29 de abril de 2014

Algunas noches

Algunas noches al oír mi respiración en medio de la quietud del momento pienso  por qué yo, en breve el sueño me llevará a lugares en los que la memoria duerme y la respiración marca un tiempo hipnótico, y mi pregunta se confunde con el fondo del mar. Los instantes corren sin avanzar hacia ningún punto, el tiempo aparece ahora como un dado de caras borradas, el fondo emerge para tamizar una historia desde la luz indirecta que llega a mí…
Mi pregunta, intempestiva siempre, me aguarda en el revés de las  experiencias que me empujan hacia algún lugar, y es que fuera del sueño todo tiene que tener un porqué, el último sentido que nos devuelve el orden del universo. Aún esperamos que todo encaje como lo hacen los sonidos de una nana. Esto no será posible de nuevo, cada mañana nos despertaremos como piezas de un puzzle.
Las fronteras del sueño me recuerdan la delicadeza de la caída de las hojas en otoño, recuerdos que se arremolinan jugando con el viento de lo inventado.

Noches de itinerario fantástico con variaciones incontables, donde esta bruma de la razón nos sumerge en lo desconocido…  

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